13.10.11

Un poema:


Media hora

Ni te tuve, ni he de tenerte
nunca. Algunas palabras, un contacto efímero
como anteayer en el bar, y nada más.
Sí, aunque no quiero decirlo: dolor. Nosotros al Arte
entregamos nuestro espíritu, y ciertamente alguna
vez, casi creamos placer,
que parece como si fuese real.
Así, en el bar de anteayer -con la ayuda feliz
de un alcoholismo muy piadoso-
gocé media hora de pleno amor.
Y lo supiste, me parece,
y por ello te quedaste un rato más, sólo para mí.
Tenía mucha necesidad de ello:
que esa fantasía, y esa mágica bebida,
me permitieran ver tus labios -y esto no pude tampoco-
me permitieran sentir tu cuerpo cerca de mí.

Konstantino Kavafis (Egipto/Grecia, 1863-1933)