21.3.12

ME GUSTA...

Me gusta escribirte porque es como que te voy inventando, te voy haciendo desde el punto de partida que es esa mañana en que te dejé -quizá para siempre- o vos me dejaste -quizá para siempre- en el medio de Buenas Aires que no llovía, no: no llovía y sin embargo te ibas: nos dejabamos y no llovía, pero la invento de lluvia a Buenos Aires cuando te vi cruzar porque ya que estamos de inventar  la hago de lluvia: puestos a inventarte te invento bajo la lluvia. Solo te puedo hacer desde ese punto, alma, y es tan lindo, a mí me gusta todo así,te confieso, a medio hacer, verte solo un ojo, uno sólo, esa pérdida irreparable de tu segundo ojo me gusta porque ahora yo lo invento y tenés dos, tenés dos y llueve y no te dejo sobre la avenida, no, Buenos Aires lloviendo sigue -y nosotros dos- : si lo invento nada muere, ¿te das cuenta? tu boca te sigue quedando hermosa en la sonrisa y el pelo se te vuelve a enredar, mirá piba, parece que el pelo te está jugando y no hay viento pero te cubre un poco la mejilla ¿viste? te cubre un poco y es tan lindo porque yo puedo correrlo y volver a empezar es una cuestión del infinito, del infinito y vos jugando con las primeras luces de ciudad.  

No sé che, todo es tan sin sentido, tan confuso, todo: el amor pueden ser diez minutos en una estación de tren entre dos chicos que no se conocen, y sólo en esa estación puede ser, es así, piba, y al otro día Buenos Aires se rearma como siempre -todo se va ensamblando y te me volvés difusa- y yo te escribo como si nada hubiese ocurrido y no importa, y me importa y eso es lo extraordinario, lo que me pone tan contento: ser literatura los dos y que pase el tren y que después no pase nada más: poder decirte que el amor son dos en una estación de tren, quiero decir que no sé, che, quiero decirte todas estas frases inconexas que si tenemos suerte las interpretamos bien, etc y punto final.